Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Samuel 24, 2-17

2 El rey dijo a Joab y a los jefes del ejército que estaban con
él:

«Recorre todas las tribus de Israel desde Dan hasta Berseba y haz el censo
para que yo sepa la cifra de la población.»

3 Joab respondió al rey: «Que Yahveh tu Dios multiplique el pueblo
cien veces más de lo que es y que los ojos de mi señor el rey lo vean. Mas

¿para qué quiere esto mi señor el rey?»

4 Pero prevaleció la orden del rey sobre Joab y los jefes del ejército y
salió Joab con los jefes del ejército de la presencia del rey para
hacer el
censo del pueblo de Israel.

5 Pasaron el Jordán y comenzaron por Aroer, la ciudad que está en
medio del valle, y por Gad hasta Yazer.

6 Fueron luego a Galaad y al país de los hititas, a Cadés. Llegaron
hasta Dan y desde Dan doblaron hacia Sidón.

7 Llegaron hasta la fortaleza de Tiro y todas las ciudades de los jivitas
y cananeos, saliendo finalmente al Négueb de Judá, a Berseba.

8 Recorrieron así todo el país y al cabo de nueve meses y veinte días
volvieron a Jerusalén.

9 Joab entregó al rey la cifra del censo del pueblo. Había en
Israel

800.000 hombres de guerra capaces de manejar las armas; en Judá
había

500.000 hombres.

10 Después de haber hecho el censo del pueblo, le remordió a David
el corazón y dijo David a Yahveh: «He cometido un gran pecado. Pero
ahora, Yahveh, perdona, te ruego, la falta de tu siervo, pues he
sido muy
necio.»

11 Cuando David se levantó por la mañana, le había sido dirigida la
palabra de Yahveh al profeta Gad, vidente de David, diciendo:

12 «Anda y di a David: Así dice Yahveh: Tres cosas te propongo; elije
una de ellas y la llevaré a cabo.»

13 Llegó Gad donde David y le anunció: «¿Qué quieres que te venga,
tres años de gran hambre en tu país, tres meses de derrotas ante
tus


enemigos y que te persigan, o tres días de peste en tu tierra? Ahora piensa y
mira qué debo responder al que me envía.»

14 David respondió a Gad: «Estoy en grande angustia. Pero caigamos
en manos de Yahveh que es grande su misericordia. No caiga yo en manos
de los hombres.»

15 Y David eligió la peste para sí. Eran los días de la recolección del
trigo. Yahveh envió la peste a Israel desde la mañana hasta el
tiempo
señalado y murieron 70.000 hombres del pueblo, desde Dan hasta Berseba.

16 El ángel extendió la mano hacia Jerusalén para destruirla, pero
Yahveh se arrepintió del estrago y dijo al ángel que exterminaba el pueblo:

«¡Basta ya! Retira tu mano.» El ángel de Yahveh estaba entonces junto a la
era de Arauná el jebuseo.

17 Cuando David vio al ángel que hería al pueblo, dijo a Yahveh: «Yo
fui quien pequé, yo cometí el mal, pero estas ovejas ¿qué han hecho? Caiga,
te suplico, tu mano sobre mí y sobre la casa de mi padre.»